domingo, 30 de agosto de 2009

Confía... aunque no veas

En mi ciudad hay un terreno de pastura, dos caballos viven allí, de lejos, parecen caballos como todos, pero cuando se mira bien, se percibe que uno de ellos es ciego, aun así, el dueño no se deshizo de él y le consiguió un amigo. Un caballo más joven, eso ya es de admirar.
Si prestas atención, oirás una campana, buscando de donde viene el sonido, veras que hay una pequeña campana en el cuello del caballo menor, así el caballo ciego sabe donde esta su compañero y va hasta él.
Ambos pasan los días comiendo, y al final del día, el caballo ciego sigue al compañero hasta el establo, y tu percibes que el caballo con la campana esta siempre mirando si el otro lo acompaña y, algunas veces, pára, así el otro puede alcanzarlo, y el caballo ciego se guia por el sonido de la campana, confiando que el otro lo esta llevando por el camino cierto.

Como el dueño de esos caballos, Dios no se deshace de nosotros solo porque no somos perfectos, o porque tenemos problemas o desafíos, él cuida de nosotros y hace que otras personas vengan en nuestro auxilio, cuando lo precisamos.

Algunas veces somos el caballo ciego, guiado por sonidos de las campanas de aquellos que Dios coloca en nuestras vidas.

Otras veces, somos el caballo que guia, ayudando a otros a encontrar su camino, y así son los buenos amigos, tu no necesitas verlos, pero ellos están ahí.

Por favor, oye mi campana, yo tanbien oiré la tuya.

sábado, 8 de agosto de 2009

Amistad

Un día cuando era estudiante de secundaria, vi a un compañero de mi clase caminando de regreso a su casa, se llamaba kyle, iba cargando todos sus libros y pensé: ¿porque estará llevando a su casa todos sus libros el viernes? debe ser un empollón, yo ya tenia planes para todo el fin de semana, fiestas y un partido de fútbol con mis amigos el sábado por la tarde, así que me encogí de hombros y seguí mi camino.
Mientras caminaba, vi a un montón de chicos corriendo hacia él, cuando lo alcanzaron le tiraron todos sus libros, y le hicieron una zancadilla que lo tiro al suelo, vi que sus gafas volaron y cayeron al suelo como a tres metros de él, miro hacia arriba y pude ver una tremenda tristeza en sus ojos, mi corazón se estremeció, así que corrí hacia él mientras gateaba buscando sus gafas...vi lágrimas en sus ojos.
Le acerque a sus manos sus gafas y le dije, esos chicos son unos tarados, no deberían hacer esto, me miro y me dijo: !gracias! había una gran sonrisa en su cara, una de esas sonrisas que mostraban verdadera gratitud, le ayude con sus libros, vivía cerca de mi casa, le pregunte porque no lo había visto antes y me contó que se acababa de cambiar de una escuela privada, caminamos hasta su casa, le ayude con sus libros, parecía un buen chico, le pregunte si quería jugar al fútbol el sábado conmigo y mis amigos, y él acepto.
Estuvimos juntos todo el fin de semana, mientras mas conocía a Kyle, mejor nos caía, tanto a mi como amis amigos.
Llego el lunes por la mañana y ahí estaba Kyle, con aquella enorme pila de libros de nuevo, me paré y le dije:!hola, vas a sacar buenos músculos si cargas todos esos libros todos los días! se rió y me dio la mitad para que le ayudara.
Durante los siguientes cuatro años, nos convertimos en los mejores amigos, cuando ya estábamos por terminar la secundaria, Kyle decidió ir a la universidad de Georgetow y yo a la de Duke, sabia que siempre seriamos amigos, que la distancia no seria un problema. Él estudiaría medicina y yo administración, con una beca de fútbol.

Llego el gran día de la graduación, él preparo el discurso, yo estaba feliz de no ser el que tenia que hablar, Kyle se veía realmente bien, era una de esas personas que se había encontrado a si mismo durante la secundaria, había mejorado en todos los aspectos, se veía bien con sus gafas, tenia mas citas con chicas que yo y todas lo adoraban !caramba! algunas veces hasta me sentía celoso... hoy era unos de esos días. Pude ver que él estaba nervioso por el discurso, así que le di una palmadita en la espalda y le dije:"vas a estar genial, amigo" me miro con unas de esas miradas (realmente de agradecimiento) y me sonrió "gracias", me dijo, limpio su garganta y comenzo su discurso.

La graduación es un buen momento para dar gracias a todos aquellos que nos han ayudado a través de estos años dificiles, tus padres, tus hermanos, quizás algún entrenador... pero principalmente a tus amigos, yo estoy aquí para decirles que ser amigo de alguien, es el mejor regalo que podemos dar y recibir, y a este propósito les voy a contar una historia; Yo miraba a mi amigo incrédulo, cuando comenzo a contar la historia del primer día que nos conocimos.

Aquel fin de semana, él tenia planeado suicidarse, hablo de como limpio su armario y porque llevaba todos sus libros con él, para que su madre no tuviera que ir después a recogerlos a la escuela, me miraba fijamente y me sonreía, "Afortunadamente fui salvado, mi amigo me salvo de algo irremediable" yo escuchaba con asombro como este apuesto y popular chico contaba a todos ese momento de debilidad, sus padres tanbien me miraban y me sonreían con esa misma sonrisa de gratitud. En ese momento me di cuenta de lo profundo de sus palabras.


"Nunca subestimes el poder de tus acciones, con un pequeño gesto, puedes cambiar la vida de otra persona, para bien o para mal".

"Dios nos pone a cada uno frente a la vida de otros para impactarlos de alguna manera".

"Los amigos son ángeles que nos llevan en sus brazos, cuando nuestras alas tienen problemas".

"Hay personas que se dedican a iluminar las vidas de otros con su alegría, y su cariño, y eso aveces vale mucho".

lunes, 3 de agosto de 2009

Instrucciones para vivir

Un día le pedí a Dios instrucciones para vivir en esta tierra...Dios acerco su voz a mi oído y me dijo:
Sé como el sol, levantate temprano y no te acuestes tarde
Sé como la luna, brilla en la oscuridad pero sometete a la luz mayor
Sé como los pajaros, come, canta, bebe y vuela
Sé como las flores, enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces
Sé como el buen perro obediente, pero nada mas a su señor
Sé como la fruta, bella por fuera, saludable por dentro
Sé como el día, que llega y se retira sin alardes

Sé como el oasis, da tu agua al sediento
Sé como la luciérnaga, aunque pequeña emite su propia luz
Sé como el agua, buena y transparente
Sé como el rió, siempre hacia adelante
Y por sobre todas las cosas, sé como el cielo, la morada de Dios






Enseñame hacer tu voluntad, porque tu eres mi Dios, tu espíritu bueno me guié a tierra de rectitud. Salmo 143:10

Señor no permitas que me quede donde estoy.

Ayudame a llegar a donde tu esperes que llegue.

¿Que instrucción aprendiste hoy?

Ten linda semana y que Dios te guarde siempre.