lunes, 21 de diciembre de 2009

Huele a Dios

Un frió viento de marzo llevaba un olor a muerte en la noche de Dallas, Texas, mientras llegaba el doctor.
Entró a la habitación de Diana Blessing, que todavía estaba bajo los efectos de la anestesia por la operación. Su esposo David le tomó la mano esperando las últimas noticias, esa tarde del 10 de marzo de 1991, las complicaciones obligaron a que Diana se sometiera a una cesárea después de 24 semanas de gestación, para que naciera la hija de la pareja, Dana Blessing, con 12 pulgadas de altura y pesando apenas 714 gramos, ellos ya sabían que era peligrosamente prematura, las suaves palabras del medico cayeron como bomba: "No creo que lo logre" dijo tan suavemente como pudo, hay solamente el 10% de posibilidades, David y Diana escucharon al doctor describir los devastadores problemas que Dana tendría que enfrentar si sobrevivia. Nunca caminara, nunca hablaría, probablemente sea ciega y ciertamente sea propensa a otras condiciones catastróficas desde parálisis cerebral a un completo retardo mental, etcétera...
!No! !No! fue lo único que Diana podía decir.
Ella y David con su hijo de 5 años habían soñado largamente el día en que tuvieran una hija para formar una familia de cuatro personas. Ahora en unas horas, el sueño se diluía al pasar los primeros días, surgió una nueva agonía para David y Diana... debido a que el sistema nervioso de Dana estaba esencialmente en bruto, el más suave beso o caricia solamente aumentaban su incomodidad, así que ni siquiera podía poner a su hijita contra su pecho para ofrecerle la fortaleza de su amor.
Todo lo que ellos podían hacer, mientras Dana luchaba sola, bajo la luz ultravioleta, en el enredo de tubos y cables, era rezar a Dios para que estuviera cerca de su preciosa hijita.
No había momento en que Dana se fortaleciera, pero a medida que pasaban las semanas, ganaba lentamente unos gramos.
Dana alcanzo los dos meses de vida y sus padres pudieron abrazarla por primera vez, y dos meses después, los doctores continuaron de sus dificiles expectativas de vida, mucho menos de vivir una vida normal que era cercana a cero.
Dana se fue a casa desde el hospital tal como su madre había predicho.
Cinco años después, cuando Dana era una pequeña pero festiva niñita, con brillantes ojos grises y un incuestionable gusto a la vida, ella no mostraba síntoma alguno de ningún impedimento mental o físico, simplemente era todo lo que una niñita podía ser y más.
Pero este final feliz no es término de la historia.
Una tarde de verano de 1996, cerca de su casa en Irving, Texas, Dana estaba sentada en la gradería de un campo deportivo mientras su hermano Dustin practicaba baseball. Como siempre, Dana no paraba de hablar con su mama y muchos adultos estaban sentados cerca cuando de pronto se quedo callada cruzando sus brazos sobre el pecho, la pequeña Dana le pregunto: ¿Hueles eso?...olfateando el aire detectando que se acercaba una tormenta, Diana le respondió: "Sí, huele a lluvia"
Dana cerró los ojos y volvió a preguntar: ¿Hueles eso?...nuevamente su madre le respondió: "Sí, pienso que nos vamos a mojar, huele a lluvia" Dana movió la cabeza, se acarició sus delgados hombros con las manos y anunció fuertemente: "No, huele a Él" "Huele como a Dios cuando apoyas la cabeza en su pecho"
Saltaron las lágrimas de los ojos de su madre, mientras Dana feliz iba a jugar con otros niños.
Antes de que empezara a llover, las palabras de su hija confirmaron lo que Diana y todos los miembros de la extensa familia Blessing sabían, al menos en sus corazones.

Durante aquellos días y noches de sus primeros meses de vida, cuando el cuerpecito de la niña eran demasiado sensibles como para que la tocaran, Dios abrazaba a Dana en su pecho y fue su aroma de amor lo que ella recordaba tan bien...

"Huele a Dios"

6 comentarios:

  1. Es una historia realmente bella :)
    Nunca hay que perder la esperanza...

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  2. Linda historia..... qué paz da pensar y saber que ese es el cuidado amoroso que Dios ofrece a cada hijo suyo.

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  3. Hola Sacri... una historia realmente conmovedora...

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  4. Al igual que a los amigos que te han comentado, a mí también me encantó la historia. Creo que es esa magia que sólo tienen los niños, que pueden "ver" más allá de lo que podemos ver cuando nosotros estamos más creciditos.

    Te agradezco la historia que has compartido con nosotros, porque ésta se publica en una fecha tan especial que estamos por vivir todos los que somos personas de fe ;-)

    Un abrazo y los mejores deseos para ti en esta Navidad, que la pases junto a todos tus seres queridos...

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  5. QUERIDA AMIGA SACRI, TE DESEO UNA HERMOSA NAVIDAD EN COMPAÑIA DE TU LINDA FAMILIA.
    TE MANDO UN GRAN ABRAZO AMIGA.

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  6. ¡Feliz Navidad para ti! Que la paz y el amor inunden tu vida hoy y siempre ;-)

    Los mejores deseos para ti y los tuyos.

    Un abrazo cariñoso.

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